Hace pocas fechas que ha finalizado
la Aste Nagusia de Bilbao y un evento que a
priori debería ser motivo de disfrute, este año igual que los últimos, se ha convertido para todo el
personal de trenes, estaciones y tranvía en una semana en que los trabajadores hemos vuelto a perder calidad de
vida de forma generalizada.
Al tener como estrella la L3 y
afectar logísticamente a toda la explotación ferroviaria, nos hemos encontrado
con infinidad de variaciones de turno, con todo lo que acarrea de estrés
añadido al trabajo diario. También nos hemos visto, debido a
la frecuencia nocturna de 10 minutos en L3, con la implantación de una cantidad
desproporcionada de turnos nocturnos, con lo que esto supone de alteración en los biorritmos del cuerpo.
Está claro que éste sistema de
trabajo NO AYUDA NADA EN MEJORAR UNA CALIDAD DE VIDA MUY DETERIORADA POR EL SISTEMA DE
TRABAJO DE TOD@S L@S QUE LO HACEMOS A TURNOS.
Prueba de ello es la coletilla que nos están poniendo al realizar el reconocimiento médico de empresa ”SE RECOMIENDA SEGUIR UNOS HORARIOS REGULARES DE COMIDAS Y SUEÑO”.
Prueba de ello es la coletilla que nos están poniendo al realizar el reconocimiento médico de empresa ”SE RECOMIENDA SEGUIR UNOS HORARIOS REGULARES DE COMIDAS Y SUEÑO”.
Hemos visto que la mayoría de las noches en L3 a partir de las 2 de la madrugada
no se ha movido gente para la oferta ofrecida. Creemos que es suficiente una
frecuencia inferior. Y también entendemos se ha producido un despilfarro de
dinero público que se podía destinar a otra cosa. Creemos además que debería de haber un debate
de para qué sirve un transporte público.
Pero… ¿por qué todo esto? ¿A quién le
beneficia todo éste sin sentido? ¿Quizás a los políticos que venden el
que haya mucho tren? ¿A la hostelería? ¿A empresas colaterales que se
benefician?... no sabemos, pero lo que está
claro es que A LOS TRABAJADORES DE EUSKOTREN NO.
El servicio nocturno del viernes en L3 del mes de Septiembre, más de lo
mismo; putear al personal de Euskotren para no mover viajeros…