Según el artículo 114º del Convenio 2013-1016, la reducción
del 15% de horas sindicales se cifra en 3.750 horas al año.
Según una regla de tres simple, el 100% de esta cifra
supone
25.000 horas sindicales al año.
Según la jornada de 1592 horas al año que tenemos en Euskotren, esto supone 25.000/1592 = 15,7 puestos de trabajo.
Según la memoria 2013, el gasto medio de cada trabajador
(incluidas las cargas sociales) supera los 40.000€.
Según una multiplicación simple, 40.000 x 15,7= 628.000€ al
año, es lo que cuesta mantener el sindicalismo de Euskotren, por lo que en los próximos 4
años los Sindicatos de Euskotren vamos a administrar 2.512.000 €.
Los 815 votos válidos de las pasadas elecciones, han
determinado quienes van a administrar esos recursos a razón de 3.082 € por
voto...¡¡¡Normal que haya ostias por pillar
un voto!!!
Por otro lado, las 25.000 horas sindicales al año dividido entre los 913 trabajadores de Euskotren, nos sale a 27 horas al año por trabajador. Dicho de otro modo, en el próximo
periodo electoral de 4 años, cada trabajador aportará 15 días de su trabajo
para que las disfrutemos los sindicalistas.
Según otra división simple, las 25.000 horas sindicales al año suponen
3.453 días de licencias sindicales. Esto permitiría dar una licencia sindical a
80 trabajadores cada una de las 43 semanas que trabajan al año...
¿A que vienen todos estos números?
A que este es parte del botín que se reparten los Sindicatos
entre los que participan en ellos.
Los que venimos
denunciando todo esto durante años, hemos sido silenciados mediante campañas de
difamación por los que están disfrutando del botín.
Actualmente el sindicalismo de Euskotren se dedica a
repartirse estos privilegios junto a los enchufes y ascensos que conforman el
pago a los Sindicatos a condición de permitir a la Dirección seguir con sus
planes privatizadores y con sus inversiones económicas, muchas de ellas sin
sentido: Privatización, TAV, Locomotoras, Segregación ETS, Exceso de personal
fuera de convenio...
Los Sindicatos cumplen su función de tranquilizar al personal para que nada se
mueva, y aunque muchos trabajadores empiezan a darse cuenta, tampoco es fácil
enfrentarse a la empresa y además a los propios Sindicatos. Muchos prefieren
dejarse llevar por la corriente a ver dónde les lleva.
Para la CGT el sindicalismo no consiste en administrar las
horas sindicales, ni los enchufes, ni los ascensos, pero además de denunciar lo
que ocurre hemos renunciado a participar de este ambiente corrupto.
La CGT disponía de
las horas sindicales de 3 delegados (dos de personal y otro de la
LOLS). Nosotros no nos hemos limitado a
hablar. Como publicamos en cierta ocasión: "NOSOTROS TENEMOS NECESIDAD VITAL DE
APORTAR NUESTRA PARTE". También decíamos que no sería suficiente, que faltaban
más aportaciones.
¡Bueno! La nuestra ya está, que cada uno vea si ha hecho su
aportación o ha jugado a pillar todo lo posible. Si cada uno mira solo su culo
sin pensar en colectivo, el sindicalismo de Euskotren seguirá siendo terreno
abonado para trepas, vagos y políticos de tercera división (disculpas a la
gente honrada que también hay). Y los trabajadores seguirán pagando las
consecuencias.
Por supuesto, que nadie piense que la aportación puede limitarse
a colocar un papel en una urna cada 4 años, aunque tenga cierta importancia, lo
que de verdad importa es la implicación, el trabajo honesto y el compromiso del
día a día.
SALUD Y LUCHA!
